jueves, 13 de diciembre de 2007

El destino de un hombre

La ceguera de un hombre indica el camino

Es un horizonte lejano de montaña
y agua de rìo

Un barco de madera caoba
se lanza a la aventura del riesgo

Pero un Dios agita su aliento

El destino de un hombre
es siempre vicisitud
y no puede escapar

Nadie es testigo
el horizonte ya no es horizonte
sino salida
estatua de marmòl
que no abre los ojos y no deja mirar

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