La ceguera de un hombre indica el camino
Es un horizonte lejano de montaña
y agua de rìo
Un barco de madera caoba
se lanza a la aventura del riesgo
Pero un Dios agita su aliento
El destino de un hombre
es siempre vicisitud
y no puede escapar
Nadie es testigo
el horizonte ya no es horizonte
sino salida
estatua de marmòl
que no abre los ojos y no deja mirar
jueves, 13 de diciembre de 2007
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