sábado, 13 de enero de 2007

Crònica nùmero dos

Llegue a la estaciòn de trenes sin pràcticamente ninguna expectativa. En parte por hallarme distraìdo con otras situaciones como la lectura de El Quijote de la Mancha y el viaje en colectivo. No habìa mucha gente en las boleterìas.. Pero en cuanto vi a la gente sùbida en abundancia sobre el tren supe que iba a ser un viaje difìcil. Aunque en ese momento no me preocupè demasiado porque supuse que serìa duro como los de siempre. Sin embargo me equivoque. El viaje fue mucho mas difìcil de lo que pude haber previsto. En las primeras estaciones se hizo muy lento el trayecto. Y a medida que se fueron sucediendo la situaciòn no cambio. Para colmo en el interior la gente se apretujaba cada vez mas hasta el limìte de lo insoportable y la desesperaciòn. En esas condiciones llegamos a Plaza Constituciòn como sàrdinas y malhumorados por las condiciones sufridas en el viaje

En un bosque pèrdido

En un bosque pèrdido
de hojas y arbustos pequeños
con senderos trazados por enredaderas
se cuenta una historia
de que siempre alguna vez
hubo un cuerpo de angel
tallado en el alma de una mujer
y que vagaba enamorada
y que sin darse cuenta
desparramaba suspiros de su piel
con gusto a ambrosìa
a nèctar, a miel
y que todos sin quererlo
caìan fascinados de su hechizo
hipnòtizados
de su resplandor
aunque solamente uno pudo amarla
y ese afortunado para suerte mìa, fui yo

Belleza sutil

El sol
se refleja
en el brillo de las hojas
entre las flores lilas
de las fresìas de uva
y la sonrisa roja
de los pètalos de rosa de cereza
y en ese reflejo
que resplandece natural
sobresale ùnica la figura de una mujer
de belleza sutil
en tonos pasteles
que fascinan
que encantan
que obnubilan los sentidos
hasta perderlos
hasta dejarlos cautivos
de su hechizo

Al agua va

Al agua va
y en el agua nada
piel desnuda
de ninfa soñada

luz que encandila
que impacta
que mata

sonrisa que guìa
en la hora calma
antes del torrente
de fiebre y de llama

Al agua va
y en el agua nada
abre los ojos
y devora mi alma

Albañil

Manos hinchadas de cal y cemento
hèrida abierta
por la jornada de los dìas
de pastòn y ladrillo
sol y horas pèrdidas

tablones y maderas
construcciòn que camina
trabajo duro
de hombre y carne transpirada
de sangre y cuerpo que se cansa

peòn y oficial
la misma ley los abraza
albañil
de pala y cuchara
piel curtida
valor y esperanza

Mate y bombilla

Un dìa cualquiera
seis de la mañana
agua caliente
azùcar, yerba, bizcochos de grasa

mate y bombilla
primera cebada
palabras en broma
sonrisas y miradas

Un dìa cualquiera
en hora temprana
pasar el tiempo
sin esperar nada

mate y bombilla
sin prisa y con calma