miércoles, 20 de febrero de 2008

Pètalos de jacinto

Pétalos de jacinto
pegados uno con otros
como flor sin perfume
de un jardín de plástico

En la crema de los colores
a la hora
en que el sol
sale a la merienda

Pero no siempre
el paisaje
se pinta del mismo color
en los trazos de la naturaleza

A veces hay que conformarse
con el sonido de un piano
pétalos de jacinto
cortados en mi mano

Brisa de tréboles en promesa de amor

Era un atardecer de oscuridad
en el cultivo de cebada
los árboles se arqueaban
en su ramazón de hojas tupidas
y los jovenes ahí tomados de una mano
mirandose a los ojos

Brisa de treboles en promesa de amor
y el roce tibio
de los latidos del corazón
voces que se escuchan
desde el fondo del paladar
en el sentimiento que no ayuda a pensar

Brisa de tréboles en promesa de amor
peinando el verde plantío
como al futuro de la posibilidad
donde el horizonte amanece
con un sol rojo de rayos y libertad

Pasaje del mundo hacía un misterio

Un camino largo
taciturno de silencio
solitario
igual que la misma madrugada
que se pierde entre los árboles del misterio

Se escucha un ruido de hojas

Hay un mundo por descubrir
sopla un viento calahuesos de cementerio
en el aire dominado por papeles que vuelan
y en un suelo
donde se camina en el aire
se escucha un silbido denso

Es un mundo desconocido
sin limítes
ni principio
ni fines

Dracula

Ella abrio la boca
y de su garganta
lanzo suspiros de muerte
en el lugubre muro
de un castillo
solitaria
en la juventud
de su corazón de sangre
no queria la muerte
pero Dracúla
sonrio
desde sus colmillos
de cazador y murcielago
otro cuello
para su cama
y luego a volar
hasta el espejo
de su reflejo
en el temprano amanecer